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La industria de las apuestas y la integridad en el fútbol

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La industria de las apuestas y la integridad en el fútbol

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La industria de las apuestas y la integridad en el fútbol

| TAGS: Santiago Palacios

La industria de las apuestas deportivas ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, generando un volumen de negocio que alcanza cifras astronómicas; y es que, según estimaciones de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México, las apuestas deportivas solo en México actualmente generan $8,430 millones de pesos anuales[1]. Si bien este sector aporta una importante fuente de financiación al mundo del fútbol, como lo es el patrocinio y la publicidad que representan una potencial corriente de ingresos, dada la superposición de las audiencias entre apuestas y deporte, y al ser cada vez más habitual el consumo conjunto y simultáneo de ambos, es lógico que las empresas de apuestas busquen captar cuota de mercado anunciándose en el escenario donde tienen lugar los espectáculos deportivos, ya sea in situ en el estadio o durante las transmisiones de televisión, lo cual plantea ciertos desafíos significativos en términos de integridad.

Uno de los mayores riesgos asociados con las apuestas en el fútbol es el amaño de partidos y/o competiciones, por ello la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) con el fin de proteger la integridad del fútbol en todo el mundo, ha puesto en práctica una serie de normas concretas sobre las apuestas, los juegos de azar y otras actividades análogas. Según lo establecido en el Código Ético de la FIFA (“Código”) se entiende por amaño la acción de influir o alterar de manera ilegitima, directamente o mediante un acto u omisión, el curso, el resultado o cualquier otro aspecto de un partido o competición de fútbol, con independencia de si la conducta que lleve a la comisión del acto tenga como finalidad una ganancia económica, una ventaja deportiva o cualquier otro fin[2].

En el marco de estas normativas emitidas por FIFA, todos los actores involucrados en el mundo del fútbol, desde jugadores, entrenadores, y árbitros hasta intermediarios y organizadores de partidos y/o competiciones, están sujetos al Código[3]. En el artículo 26 del Código se establecen prohibiciones claras y directas en las que las personas sujetas a este Código tienen prohibido participar directa o indirectamente, en apuesta, de conformidad con lo siguiente:

  1. Participación Directa en Apuestas: Se prohíbe a cualquier persona relacionada con el fútbol participar directamente en apuestas, juegos de azar, loterías u otras actividades similares que estén vinculadas con partidos de fútbol o actividades relacionadas con este deporte.
  2. Intereses Indirectos: Además, se prohíbe tener intereses directos o indirectos en entidades que promuevan, organicen y/o dirijan actividades de apuestas, juegos de azar o similares relacionadas con el fútbol. Esto incluye cualquier ventaja que pueda beneficiar a las personas sujetas al Código y/o a terceros vinculados. Entendiéndose por terceros vinculados, a los representantes y empleados, cónyuges y concubinos, personas que compartan la misma vivienda, independientemente de la relación personal entre ellas y otros miembros de la familia con los que tengan una relación estrecha hasta el tercer grado de parentesco, entidades, legales, sociedades y cualquier otra institución, relacionada con los sujetos obligados al Código.

La violación de estas regulaciones puede resultar en investigaciones de integridad por parte de la FIFA. Y es que, dependiendo de la gravedad de la infracción, las sanciones pueden incluir multas u otras sanciones significativas, las cuales pueden ir desde un mínimo de 100,000 CHF (cien mil francos suizos) hasta la inhabilitación para participar en actividades relacionadas con el fútbol por hasta tres (3) años.

La participación en apuestas de manera directa o indirecta presenta varios escenarios de riesgo. Por ejemplo, cuando un jugador, entrenador, árbitro u oficial realiza apuestas en partidos de fútbol, esto constituye una violación directa y clara de la normativa. En casos de participación indirecta, las situaciones pueden ser más complejas:

  • Un tercero apuesta en nombre de una persona relacionada con el fútbol utilizando fondos de esta última, y comparte las ganancias.
  • Una persona relacionada con el fútbol comparte información confidencial con un tercero, quien luego realiza apuestas en partidos basándose en esta información privilegiada.

Además de las medidas punitivas, la FIFA y otras organizaciones deportivas también trabajan en estrecha colaboración con autoridades reguladoras, agencias de aplicación de la ley y casas de apuestas para fortalecer los mecanismos de prevención, detección y seguimiento de actividades sospechosas relacionadas con las apuestas en el fútbol. Por ejemplo, el Centro Internacional de Seguridad del Deporte “ICSS” (por sus siglas en inglés)  con la colaboración de la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas (UNODC) se comprometieron en 2016 a ampliar sus esfuerzos para promover la integridad y la buena gobernatura del deporte, implementando una Guía de recursos para las buenas prácticas en la investigación de partidos arreglados, por virtud de la cual se establecen sistemas de monitoreo de la integridad, análisis de datos y educación continua para los actores involucrados en el fútbol sobre los riesgos asociados con las apuestas y el juego de azar[4].

Es crucial reconocer que las apuestas deportivas, cuando se realizan de manera ética y legal, pueden contribuir positivamente al financiamiento y desarrollo del deporte, incluido el fútbol. Sin embargo, es fundamental mantener un equilibrio entre el aspecto comercial y la integridad deportiva, garantizando que las competiciones se desarrollen en un entorno justo y transparente para todos los involucrados, desde los jugadores hasta los aficionados.

En última instancia, la protección de la integridad en el fútbol requiere un enfoque integral que combine la aplicación rigurosa de normativas éticas, la colaboración entre todas las partes interesadas y el fomento de una cultura de juego limpio y honesto. Al abordar estos desafíos de manera proactiva y efectiva, podemos preservar la esencia y el valor del deporte, asegurando que el fútbol siga siendo una fuente de inspiración y emoción para millones de personas en todo el mundo.


[1] https://www.aieja.org.mx/#inicio

[2] FIFA (2018). Código de Ética. Artículo 26, Subsección 4. Recuperado de https://digitalhub.fifa.com/m/7e0351140af11943/original/cqlg58ne3iabhpaemzaf-pdf.pdf

[3] FIFA (2018) Código de Ética. Artículo 2. Recuperado de https://digitalhub.fifa.com/m/7e0351140af11943/original/cqlg58ne3iabhpaemzaf-pdf.pdf

[4] Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas (UNODC). (2016) Guía de recursos: Buenas prácticas en la investigación de partidos arreglados. Recuperado de https://www.unodc.org/lpomex/uploads/documents/Publicaciones/Corrupcion/CUNODC_-_Spanish_-_Resource_Guide_on_Good_Practices_in_the_Investigation_of_Match-Fixing.pdf


Santiago Palacios Cué

Foto de Moda Futbol FC en Unsplash

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