2025: Una odisea en el deporte en China
Nadie pone en duda que durante las últimas décadas China ha cosechado una serie de extraordinarios éxitos deportivos sin precedentes. Es más, podría incluso afirmarse que el incremento de esos triunfos se encuentra estrechamente ligado al de su continuo crecimiento económico.
Nadie pone en duda que durante las últimas décadas China ha cosechado una serie de extraordinarios éxitos deportivos sin precedentes. Es más, podría incluso afirmarse que el incremento de esos triunfos se encuentra estrechamente ligado al de su continuo crecimiento económico.
Si bien es cierto que la celebración de los Juegos Olímpicos del año 2008 en Beijing consagraron a China como un referente mundial en la promoción del hecho y la industria deportivos, las autoridades gubernamentales se han visto obligadas a reconocer que en los últimos años los resultados del deporte chino no han alcanzado unos niveles acordes ni con su potencionalidad ni con los recursos que una inversión prácticamente ilimitada hacía prever.
A tal fin, y con el claro objetivo de alcanzar un rápido crecimiento de la industria deportiva y conseguir una modernización tan urgente como necesaria, el Gobierno Central de la República Popular China dictó el 20 de octubre de 2014 una batería de directrices sumamente ambiciosas, que conforman una estrategia nacional no sólo para la promoción de su práctica entre la población en general, sino también para proveerla de una suficiente dotación económica que espolee su desarrollo y consumo como eje principal de la nueva política:
“El desarrollo de la industria deportiva constituye un elemento esencial en la mejora de la calidad de vida de la población en términos de salud; al mismo tiempo, su fomento contribuye eficazmente al crecimiento económico, mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, a la vez que refuerza el espíritu nacional y favorece la cohesión y competitividad del pueblo en su conjunto”.
Para seguir leyendo: Decargar el artículo