Se acabó la guerra del futbol…
Llevamos años con la denominada “Guerra del Futbol” acaparando portadas de periódicos, abriendo la sección de deportes de los diferentes telediarios de las cadenas de nuestro país y cada verano aparecía un nuevo capítulo y sin llegar a entender bien cual era los puntos reales del conflicto, se seguían poniendo parches que provocaban una cierta devaluación del campeonato y una guerra entre la patronal “La Liga”, los clubes y los distintos operadores, con escenas dantescas que a los únicos que favorecían eran a los Notarios que levantan actas de requerimiento, en cada una de sus intervenciones.
Parece que desde la primavera del año pasado se envainaban las armas en la denominada guerra del fútbol, dado que apareció en escena la venta centralizada de los derechos del fútbol con la entrada en vigor del Real Decreto Ley 5/2015, de 30 de abril, aprobado por el Consejo de Ministros, sobre medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de futbol profesional (“RDL”).
Si bien el arranque de dicho texto normativo tampoco fue todo lo apaciguador que se esperaba ya que los futbolistas, a través de su Asociación, le daban la bienvenida con la convocatoria de una huelga que basaban en que la entrada en vigor de dicho texto y sin renegar de la venta centralizada, la cual apoyaban, violentaba derechos de los trabajadores dado que: (i) no se les había tomado en consideración en esa expresión tan usada últimamente del dialogo social; (ii) entendían que con la entrada en vigor del nuevo texto desaparecían las garantías para los jugadores; (iii) así como, no se encontraban representados ni existía una reconocimiento a la AFE; (iv) del mismo modo, se echaba en falta un retorno directo de carácter económico para los futbolistas AFE; y por último, (v) criticaban la ausencia de un reparto más equitativo entre Primera y Segunda División.
Como todos los lectores conocen, finalmente tuvo que intervenir la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional que estimó la medida cautelar solicitada por la Liga de Fútbol Profesional y suspendió la citada huelga, advirtiendo la Audiencia Nacional que alguno de los objetivos de la huelga “podrían tener por finalidad la modificación del convenio colectivo vigente”.
El nuevo régimen de venta centralizada de los derechos de retransmisión televisiva también tuvo detractores entre algunos de los principales equipos de futbol profesional de nuestro país, en concreto el Real Madrid que, en el mes de septiembre de 2015, se opuso a la incorporación en los estatutos de La Liga de Fútbol Profesional (“LaLiga”) del RDL que se acordó por su Asamblea General.
Tampoco se ha visto ajeno a la polémica la ejecución del RDL por parte de la LaLiga, no solo en cuanto a la adjudicación de los resúmenes de los partidos y de la jornada con denuncias de algunos de los operadores, sino también en cuanto al acoso supervisor en el buen sentido que ha ejercitado la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia que, desde hace un tiempo, ha visto en el futbol una industria a regular pero a la vez vislumbró un gran escaparate mediático que quizás no le otorgaba otro sector, al menos, con tanta visibilidad.
Pero lo que nadie podrá negar es que sin perjuicio de estas asperezas que se tendrán que ir limando con el tiempo y que quizás provoque que no haya terminado del todo la tan manida expresión “guerra del futbol” aunque pasemos a pequeñas guerras de guerrillas, con pequeños objetivos como victorias, la venta centralizada era necesaria y como hemos visto, ha sido precisamente el reconocimiento de las eficiencias generadas por la venta centralizada, actuando como un medio óptimo para alcanzar una gestión eficaz de los derechos audiovisuales del futbol y una redistribución equitativa de los ingresos correspondientes, lo que ha llevado a una tendencia generalizada en adoptar este sistema de comercialización en muchos países de nuestro entorno.
Es evidente que la agregación de derechos para crear un “producto liga”, en un sistema de venta individual, es solo una posibilidad eventual que en cualquier caso supone costes de transacción mucho mayores y la redistribución equitativa de los ingresos es también una mera eventualidad dejada a la buena voluntad de los clubes.
Este valor como producto de la competición está dando sus frutos y de hecho como ya recogían estudios realizados al efecto1 , el futbol representaba el 0,75% del PIB y está cerca de suponer el 1% con los nuevos contratos de televisión y las previsiones de aportación a la economía en distintos ámbitos. Nadie puede negar que el fútbol mueve mucho dinero en nuestro país y que nuestra Liga es considerada la mejor del mundo y los grandes jugadores y entrenadores quieren trabajar aquí.
Es una realidad que el establecimiento por Ley de un sistema de venta centralizada ha presentado una doble ventaja de proporcionar seguridad jurídica a todos los interesados (clubes, potenciales adquirentes de los derechos audiovisuales y consumidores) y ha permitido establecer ex ante aquellas “medidas correctoras” necesarias para asegurar que la venta centralizada efectivamente genere eficiencias y cumpla con la normativa de competencia.
Por medio del RDL se han establecido las normas para la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de competiciones futbolísticas correspondientes al Campeonato Nacional de Liga de Primera y Segunda División, a la Copa de S.M. el Rey y a la Supercopa de España, así como los criterios para la distribución de los ingresos obtenidos entre los organizadores y participantes en las mismas.
¿Cuál será el escenario de ingresos para los clubes en la temporada 2016/2017?
Los datos que se vienen haciendo públicos por la Patronal del que se han ido haciendo eco algunos medios2 apuntan a que cada equipo de Primera División percibirá en la citada temporada deportiva 2016/2017 ingresos en torno a 40 millones de euros por los derechos de retransmisión audiovisual, fijándose en unos 6 millones de euros para la Segunda División, lo que representa pasar de 7 a 3,5 el múltiplo que separaba al que más cobraba del que menos por la explotación de estos derechos y un salto cualitativo que confirma el éxito del sistema de venta centralizada y que da la razón a los que propugnábamos que un sistema de venta centralizada provocaría un incremento de los ingresos, un reparto más equitativo y potenciaría un producto único y fuerte como LaLiga, siendo un medio efectivo de sanear las débiles economías de la mayoría de los clubes profesionales participantes en la competición y provocaría de forma natural un mayor control de los gastos de los clubes por las entidades organizadoras de la competición, implantando medidas de control financiero que realmente se pudieran cumplir y dando cumplimiento a su vez a uno de los objetivos del RDL que no es otro que el establecer un sistema de garantía y cumplimiento de las deudas con la Administración.
El resultado de las diferentes negociaciones es que se estima que los ingresos ascenderían hasta los 1.300 millones de euros los que percibiría LaLiga por la venta de los derechos de televisión, a falta de confirmación oficial, aunque algunos de los clubes ya han indicado las cifras que percibirían. Así el Diario Económico Palco 23 en un exhaustivo análisis realizado por Marc Menchén, publicado este mes de junio, hacia una comparativa de los ingresos previstos en la previsión de diciembre de 2015, que realizó ese mismo Diario, con la previsión de junio de este año, con el siguiente resultado:
Recordemos que el acuerdo inicial que se llegó con los clubes, es que el 50% del total ingresado lo percibirían, a partes iguales, todos los equipos. Del 50% restante, un 25% se dividiría en función de la clasificación historia de los últimos 5 años en la Liga y, el otro 25%, de acuerdo a los ingresos de cada equipo procedentes de la taquilla, el número de socios o abonados o el cuidado de sus instalaciones.
Como indicábamos anteriormente, uno de los principales objetivos del RDL fue el de garantizar el pago de las deudas con la Administración y, en definitiva, ayudar al saneamiento real de las entidades deportivas, objetivo frustrado después de tantos planes de saneamiento y dicha finalidad se cubre por el RDL con diversos instrumentos tendentes a impedir el crecimiento, a reducir o a extinguir la deuda de los clubes con la Administracion Tributaria y la Seguridad Social, como la preferencia de los créditos sobre el cumplimiento de cualquier otra obligación financiera impuesta por el RDL (artículo 6.2), las ayudas para el pago de cuotas de la Seguridad Social (artículo 6.1. d y e) o la privatización ex lege de las deudas tributarias, llegando a obligar a las entidades organizadoras de las competiciones a responder solidariamente del pago de estas deudas en los términos de la disposición adicional primera. Del mismo modo, se propicia la modificación de la Ley del Deporte 10/1990, de 15 de octubre, con la finalidad de reforzar los sistemas de control económico y financiero de las sociedades anónimas deportivas, así como para evitar la utilización de éstas con fines que puedan afectar al equilibrio financiero de la competición y de las entidades que en ella participan.
La realidad es que sin perjuicio de esas asperezas que habrá que ir limando con el tiempo, como indicábamos al principio de este articulo y del inevitable estado de litigiosidad en el que siempre ha vivido este sector y tendrá sus coletazos, hay que reconocer que la implantación del sistema de venta centralizada ha sido positivo, es más, se augura un futuro aún mejor y hay que felicitar, no podía ser de otro modo, a los intervinientes en este proceso, dado que están dando los pasos acertados para obtener un mejor producto global, mayores ingresos de los participantes de la competición y un equilibrio de las cuentas de las entidades deportivas, lo que hace unos años parecía más una misión imposible que una realidad. De todos modos, veremos si finalmente podemos afirmar que es el final de la denominada como “guerra del futbol”.
1 Fuente: Informe socio-económico del futbol profesional en España (consultora KPMG)
2 Artículo publicado de Marc Menchén publicado el pasado 3 de junio de 2016 en el Diario Económico Palco23.
